I CÁLCULOS

El general que comprenda mis cálculos y los aplique vencerá: es preciso conservarlo; el general que no los comprenda y los aplique será derrotado: es preciso deshacerse de él.


Tras comprender las ventajas de esos cálculos es posible crear un potencial estratégico que incida en el exterior. ¿Qué significa crear el potencial estratégico? Ponderar y decidir en función del beneficio.

La guerra es el arte de engañar. Así, si eres capaz, finge incapacidad; si estás preparado para entrar en combate, finge no estarlo; si te encuentras cerca, finge estar lejos; si te encuentras lejos, finge estar cerca. Si el enemigo es ávido en ganancias, sedúcelo. Si está confuso, atrápalo. Si es consistente, prepárate. Si es poderoso, evítalo. Si es colérico, provócalo. Si es humilde, hazlo arrogante. Si está quieto, oblígalo a actuar. Si está unido, divídelo. Atácalo cuando no esté preparado, lánzate sobre él cuando no se lo espere. Estas fórmulas propician la victoria a los estrategas, pero no pueden decidirse de antemano.



La victoria es segura cuando los cálculos realizados antes del combate en el templo ancestral son favorables en la mayoría de los factores; en el caso de que no lo sean más que en algunos, la victoria no es posible. Así, vencerá aquel que reúna la totalidad de los cómputos favorables, mientras que el que reúna pocos será vencido. Qué decir entonces de aquel que no reúna ninguno Una vez hechas estas observaciones, el devenir del combate resulta evidente.

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